martes, 9 de noviembre de 2010

Perdón por la tristeza


Acostumbrado a mirar los dolores desde afuera, siempre fui el que aconseja desde cualquier parte menos desde la experiencia del dolor propio. Los que me buscaban para encontrar consejo o palabras que les ayuden a ver la vida de otra manera o a hacer más llevadero su dolor, hoy, si observaran mis circunstancias y mi total desprecio por lo que antes daba como consejo, se sentirían defraudados casi como estafados.

Es que yo, el impostor,quien siempre tenía la palabra justa en el momento adecuado, quien se jactaba de aprender en cabeza ajena y de ser un observador de la vida y de sus circunstancias.Yo, que en otros tiempos daba consejos a enamorados despechados sobre las siempre confusas cosas del amor, a quien siempre encontraron con la sonrisa a flor de labios, hoy no soy más que un embustero que hizo justamente lo contrario a aquello que tanto predicó. Hoy se me acabaron las palabras y el ánimo. Ustedes no me reconocerían, pero bueno ustedes no me reconocen nunca así que no hay problema.

A ver, les digo la verdad: creo que la cagué por ser un celoso empedernido, un tipejo que habló tanto de libertad individual a otros pero que fue incapaz de reconocer esa libertad en la persona que más ama en la vida, alguien que solo sirvió para provocar dolor y frustración en esa persona que lo dio todo por él, alguien que pagó con mal trato y celos a quien le dio todo lo contrario. ¿Cómo puedo no sentirme como el campeón de los perdedores después de que te hartaras de ese cerco que puse entre tú y tu entorno?. Sé que me merezco todo esto que siento, me lo merezco y creo que olvidar a la flaca será muy duro, será una tarea titánica, lo sé y reconozco que no estoy preparado para enfrentarla. Estoy más jodido que Correa en el Regimiento Quito.

No sé si les quedó claro, pero me siento en la mierda.... Si alguien sabe cómo se olvida un gran amor páseme la receta. Ojalá tuviéramos un botón de "reset" para re-iniciar sin mayor problema y seguir por la vida como si nada hubiera pasado. Sé que algún día pasará esto, pero mientras llega ese día no puedo evitar sentirme destrozado por perderla porque no queda duda que el que pierdo en todo estoy soy yo, y por partido doble: Por perder a una mujer invaluable como la flaca, y por propiciarme tremenda herida emocional que será de difícil cura.

Es probable que sigan leyendo posts como estos, así que perdón perdón por la tristeza.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Nunca una tristeza fue tan grande

La mía, por su puesto. La tristeza que me llena de pies a cabeza hoy es desoladora y drástica. NO recuerdo que antes haya estado así, tan cerca de derrumbarme por completo y tan desencantado de la vida y de las cosas buenas que me ocurren (fuera de saber que te me vas como el verano, cuando empieza a llover en Diciembre) por alguien. AL menos estar triste por ti vale la pena, es como ser atropellado por un "Bugatti Veyron".

Fuera de bromas hoy la vida se me va con lo que escribo. Bien pueden ser estas las líneas más difíciles que me ha tocado escribir, sin embargo estoy frente al computador en este bloc de notas impávido, transcribiendo cosas que llegan a mi mente como ráfagas de viento helado, sin repensar las frases ni hacerlas que suenen correctas, acomodadas o "no tan dolorosas" para no despertar lástima (Ventajas del anonimato). Hoy te me fuiste un poquito más y no tengo la más mínima idea de cómo remediar todo lo malo que dije e hice. Creo que esta vez se acabó el juego, y nadie ganó, eso es lo más triste.

Se vienen tiempos duros, tiempo de canciones tristes y de noches líquidas y guitarrasos nostálgicos. tendré que aprender a vivir sin ella y eso implica un gran esfuerzo tomando en cuenta que me acostumbré a caminar de su mano y a acompañarla en sus locuras.

Te me vas flaquita, te me escapas... nunca una tristeza fue tan grande. Gustavo Cerati escribió "Adiós" para mi?

Mejor dejo hasta aquí este escrito.... En verdad me duele más de lo que aparentan estas escasas letras.

lunes, 1 de noviembre de 2010

La distancia según Sanz




No tengo, en esta soledad auto impuesta, un referente más próximo a mi realidad que una canción de Alejandro Sanz "Nuestro amor será leyenda". Es que estar lejos de tí significa romperme como un cristal en medio del caos sistemático que representa este país de mierda, significa carencia de sonidos y de poses, incluso aburrimiento. Saberte lejos, detrás del charco atlántico, e imaginarte en tu rutina de siempre, talvez rescatando gatos o luchando contra tu cabello en las mañanas, me hace pensar inevitablemente en esa última conversación que se quedó guardada en mi cabeza, como para que no olvide que esa distancia que hoy nos separá es un precio, un pago a plazos cuya valía escapa a mi apreciación actual. "Todo tendrá su recomepenza luego". A mi me duelen los dias, es lo único que sé.

Entonces Sanz canta "nuestro amor será leyenda" y yo sonrío con la tristeza propia de una canción que "me cae" y me sitúa frente a la computadora en busca de fotos, mails y todo tipo de recuerdos virtuales. Al cabo de un momento, Sanz se calla y yo continúo en la masoquista tarea de tararear la melodía y acordarme de ti.

"Desde lejos nos tenemos en el fuego
Desde lejos nos tenemos en los mares
Desde lejos yo te siento amor
Desde lejos nos tenemos en los huesos
Desde lejos nuestros cuerpos se hacen aire
Desde lejos yo te puedo amar
Desde lejos nuestro amor será leyenda
Desde lejos hablarán
De este amor que es de leyenda van a hablar"

El coro me habla de esperanza, de ti aguardando mi llegada y sufriendo igual que yo esta ausencia auto impuesta y condenada, esperando que se acaben las razones que nos mantienen lejos. "No hay distancia que esté lejos" dice Sanz y ahora que lo pienso es verdad: la siento tan cerquita y tan abrumadora, puta distancia que nos separa y me derrumba.

"Dime si no merecemos dar la vida en intentar Si he de amarte desde lejos, Quiero hacerlo hasta el final"

!!Se parece tanto a aquello que me dijiste!! Allá, un océano y dos aviones antes de este encierro europeo y triste en el que me encuentro. No lo voy a negar, estoy difuso y colapsado, desparramado en un mueble con una copa en la mano y la mirada perdida en otros tiempos, pensando en que la esperanza no será suficiente y que no me esperarás. Y aunque "Te lo digo convencido: No hay amor como este mío" tengo miedo del final.

Dime, corazón, ¿Nuestro amor será leyenda?