jueves, 1 de septiembre de 2011

Me vale verga la honra de los gobernantes

rcDecir que Emilio Palacio no injurió es negarse uno mismo la inteligencia y la razón. Quien afirme que Palacio no tiene aversión (por no decir odio) a Rafael Correa es porque no leyó con frecuencia sus columnas semanales en El Universo. Palacio se dedicó a insultar, muchas veces no le faltó razón, muchas veces exageró, creo que injurió no solo un vez sino algunas, la que ameritó su juicio es solo la que hizo cabrear al presi porque se trataba del 30S.

Del otro lado está Rafael Correa.Presidente del país y dueño de un poder tan grande que una sola de sus decisiones podrían cambiar mi vida radicalmente, de hecho así ha sucedido en muchas ocasiones. Rafael tiene inmunidad y fuero de corte suprema, lo que significa que ningún mortal de a pie como tú o yo puede demandarlo por cualquier motivo, con razón o no. De hecho ya ha habido quien lo demande sin que la Asamblea permita levantar la inmunidad para poder enjuiciarlo.

Una persona que tiene ante la ley preferencias que yo no tengo y que posee un poder tan grande sobre mí y el resto, tiene la honra en juego con cada decisión y más aún, debe someterse al juicio implacable de la Historia y de las generaciones futuras. ¿Por qué habría entonces de ser delito que yo lo insulte o lo injurie? A mí no me jodan con el honor de las personas y la honra de los demás, eso solo vale cuando se trata entre iguales, o entre un particular vs un medio mal intencionado, pero cuando se trata de un gobernante con privilegios ante la ley y que con un alzar el teléfono puede movilizar jueces y abogados !Jódanse! me cago en la honra de los gobernantes.

Injuriar no solo que no debe ser delito cuando se trata de gobernantes, es casi menester, porque solo así se atina. El dicho “el que desconfía acierta” tiene mucho sentido cuando se trata de gobiernos.

No obstante lo anterior, la ética periodística y el saber hacer bien el trabajo de investigar y cuestionar es lo verdaderamente importante. Pero insisto me cago en la puta honra del presidente y en la puta honra de los asambleístas y en la puta honra de quien posea preferencias ante la ley que yo no tengo.

Gracias.